estoy escuchando una canción triste
-llámame que necesito hablarte
deberías ver lo mal que me encuentro, no sé si acaso desprecio el haber desaprovechado el cremoso resplandecer del amanecer, y ya estoy haciendo rima de tanto amarte.
-llámame que necesito hablarte
volvería atrás a la primera vez que me besaste. nunca jamás volveré a sentir en mi boca la brisa del viento, el azul del cielo, las olas del mar, los rayos del sol, nuestras vidas en treinta segundos entrelazándose como telarañas entre nuestros labios.
-llámame que necesito hablarte
siento decirte que me he enamorado de tí, aunque no entiendas lo que te estoy diciendo, no te hablaré en verso ni tampoco convertiré mis palabras en metáforas, pues creo que hasta un silencio bastaría para decirte lo mucho que necesito abrazarte en este momento.
-llámame que necesito hablarte
está bien, si de verdad existiese el genio ese del que tanto hablan, yo sólo le pediría un deseo, que volvieras a ser el aire que respiré desde el primer momento en el que te ví hasta que nos dijimos adiós a la sombra de aquél sauce llorón, que creo que ese día lloró tanto, que se quedó sin ramas, sin tronco, sin savia, sin nada.
-llámame que necesito hablarte
no quiero seguir hablándote, cuando ni siquiera estás aquí a mi lado, ya se está yendo el sol y deja paso a la luna, para que pueda bañar sus ojos en las aguas límpedas de esta inmensa bóveda que parece que quiere lanzar estrellas para que alumbren mi soledad.
-llámame que necesito hablarte
desearía que bajo el resoplido de esta noche cetrina y pálida pudiesemos dejar nuestros cuerpos a merced del viento, que nos desnude poco a poco mientras nosotros bebemos el licor de nuestros sentimientos, exprimiendo la médula de nuestro amor, que el jugo de la vida bañe nuestros corazones y nos embriaguemos el uno del otro.
-llámame que necesito hablarte
no puedo más, necesito soñar, que Morfeo limpie estas lágrimas que dañan mis pupilas, este mar salado lleno de pirañas que devoran poco a poco la carne de mis mejillas al caer como un manantial áspero sobre su tez.
-llámame que necesito hablarte
te escribiré una carta para que no me olvides jamás. pero no la leerás, sé que no lo harás, porque no te la daré, me la guardaré aquí para siempre y la leeré una y otra vez,y nunca me cansaré de hacerlo, pues así podré resucitar mi dolor cada vez que este se apacigue, como castigo de no poder amarte más de lo que ya te amo.
-llámame que necesito hablarte
quisiera ser pintora para poder trazar el fin de nuestra historia, que no debe acabar así, porque entonces todos aquéllos momentos que pasé junto a tí se desmayarían para siempre en la cuenca de mi alma, y créeme que me dolerá tanto, que no podré ver más la luz de tus ojos, no oleré más el aroma de tu recuerdo, no escucharé más el susurro de tu ausencia, no tocaré más la piel de tus besos, no saborearé más la miel de tus sílabas.
-llámame que necesito hablarte
ay de mí, si supieras que sólo desearía escuchar los latidos de tu corazón y que me cuentes alguno de esos chistes que me recetabas cuando más despreciaba mi vida, sólo desearía que me cogieras de una mano y que me llevaras lejos, a recorrer las sendas mágicas de nuestras pasiones, al jardín fecundo de nuestros sueños, a la fuente que emana nuestro amor ,pomposa esencia que mantiene vivo este débil y dolorido cuerpo.
-llámame que necesito hablarte
en mi pecho oigo el palpitar de un jirón de pensamientos que luchan por morirse antes de salir de mi boca en forma de mariposas muertas, pues alivia más el aniquilamiento de las ideas recíen brotadas de la mente que su supervivencia y su transformación en lacerante realidad. te hablo como si tuviera colgado de la lengua mi postrero adiós, y no consigo respirar más, porque me falta el aire, ay, amor, me faltas tú, luz de mis tinieblas ,voz de mi garganta, templo de mis sonrisas, manantial de mi vida, tú ,mi amor, me faltas tú, me falta la vida.
-llámame, paloma soñadora, que necesito hablarte, un sólo susurro de tu boca bastaría para alimentar durante toda una eternidad el anhelo de mi corazón, un sólo silbido y resucitarías estas manos entre cuyos surcos pasan los ríos amargos que salen de mis ojos, un sólo soplido tuyo y volveré a vivir, dulce cenicienta mía, luciérnaga que ilumina mis angustias aunque el sol brille con tanta intensidad que deje ciegas estas córneas. llámame ,amor mío, que me falta
la vida.
¿alo,quién llama?
-no hables más, me matas una y otra vez, a la vez que riegas con tus palabras las raíces secas y frágiles de este cuerpo mío, me asesinas y vuelves a crearme con cada letra que se desliza sobre esa piel dorada de tus labios.
demonios, queréis verme desfallecer esta noche, como si la culpa fuese mía de haberme enamorado de él, ¿porqué me hacéis tanto daño?
-escuchame, rosa carmesí, pétalo húmedo que aviva el desierto de mis entrañas, hace sólo treinta segundos te llamó un cadáver, pues tu falta sembró en mí tal nostalgia que acuchilló mi alma, pero ahora hablas con el ser más felíz que hay en este universo, porque tu voz quebró la cáscara marchitada que cubría mi ser devolviendome la existencia. pero quiero que me hagas más felíz aún, tan felíz que no me quepa en el pecho la alegría y que explote de amor. dime que me quieres.
¿para qué te diré mentira así de grande?
-escúchame, no queria llamarte porque pensé que al escucharte se acortaría mi aliento y me asfixiaría, pero no pude más, pues la impaciencia es como una aguja mecánica que constantemente se clava en mis pulmones. te quiero, te quiero mil veces y no quiero decir nada más. díme que me quieres.
no, no, nunca te diré te quiero.
-sé que me quieres
engañado estás
-lo sé, se muy bien que me quieres
hablas con tan convicción de loco, tan seguro pareces de tí mismo, pobre iluso.
-sé perfectamente que me quieres.
¿entonces para qué me estás pidiendo que te diga que te quiera si sabes que te quiero?
-porque preciso de esas dos palabras para que mi sangre vuelva a recorrer mi cuerpo.
ah pues, si tan de verdad hablas, que dices que mis vocablos son el motor que mantiene erguido el mecanismo de tu vida, no callaré jamás, pues si tu mueres a culpa de mis silencios, yo moriré contigo para pedirte perdón.
-entonces díme que me quieres.
jamás, no callaré, pero tampoco mentiré.
-está bien, entonces díme que no me quieres.
ya te dije que no te mentiré
-entonces ya me estás mintiendo, porque no puedes ni quererme ni no quererme a la vez, pues nunca se vió a la luna y al sol juntarse en el cénit ni el día y la noche desembocar sus purpúreos ríos en un mismo caudal.
si te dijera te quiero te mentiría, y no quiero mentirte nunca más, te amo, no te quiero, te necesito, no te quiero, te echo de menos,no te quiero, te adoro, no te quiero.
-eres el querubín que devolvió mi aliento, ¿para qué más pérdida de tiempo? un solo segundo más sin estar a tu lado se volvería perpetua eternidad que me capturaría entre sus garras punzantes.
ven, acércate entonces, que las estrellas parecen ceder su paso para aligerar tu llegada, levantando un puente de acero para que tus pasos galopen como linces sin caerse al abismo de la oscuridad. ven, corre, amor mío, que te necesito aquí.
-he de colgarte ya mismo porque no hay castigo que pueda pagar si me quedo sólo una fracción de segundo más sin verte.
adiós, ven pronto.
-no digas adiós, que suena a despedida, di ahora nos vemos, hasta luego, pero no adiós ,pues esas cinco letras aún suenan en mí cual cinco diablos dispuestos a separarnos.
no hablemos más, en cuanto parpadee una vez más sé que te veré delante mía.
toc toc
acá llegó el oxígeno que necesita mis pulmones para vivir, ya abro, aprisa corren mis pies, que antes de que pestañee una vez más, deben mis manos abrir esas puertas que dan paso al paraíso encarnado en una silueta de nácar y plata.
-hola, ángel mío
hola, mi corazón
-te amo
te amo.
II.
[ Oficina del director de la compañía de gas, las dieciseis horas de un lunes de un mes cualquiera y un año cualquiera ]
toc toc
-hola Luna, pasa, te esperaba.
hola
-¿como andas?
bien
-que te quiero
¿cómo dices?
-¿andas sorda o qué te pasa?
no
-¿entonces?
que me espantas
-pues eso
¿por qué me dices eso?
-porque te imagino
¿como que me imaginas?
-que te quiero
estás loco
-mina
¿qué?
-¿como que qué?
que qué quieres
-ah
¿como que ah?
-mina
vos te volviste loco
-tengo acá cinco billetes
¿cómo dices?
-que tengo plata para tí
¿qué?
-que te desnudes para mí
vos te volviste loco
-oye
vos te volviste loco
-oye
adiós tarado
-Luna, no te vayas, sólo quería bailar contigo.
estás loco
-oye
adiós
(saliendo fuera)
el amor no existe,
el amor prevalece
ante las locuras
de quienes lo padecen.
[La secretaria golpea la puerta] :
señor, dicen que llaman de correos, que tienen una carta urgente para usted.
-no tengo tiempo, díganles que estoy en una reunión importante
como guste.
[5 minutos más tarde]
toc, toc, toc
-hola señorita Griselda, no la esperaba por aquí
hola
-bueno, cuénteme
Lope
-qué
que le quiero
-vos te volviste loca, ¿por qué me decís eso?
no le digo nada más
-¿entonces?
oiga
-qué
que le imagino
-vos te volviste loca
oiga
-oigo
que le amo
-ah
¿como que ah?
-que yo no te quiero
oiga don Lope
-qué
que tengo cinco billetes
-¿eh?
que tengo cinco billetes
-¿qué?
que te desnudes para mí, Lope
-vos te volviste loca
que solo quiero bailar contigo, Lope
-vos te volviste loca
oye
-qué
que te quiero
-fuera, tarada
el amor no existe,
el amor prevalece
ante las locuras
de quienes lo padecen.
[Fuera, al mismo tiempo, suena el teléfono, y la secretaria descuelga]
¿hola,quién llama?
-hola gatita, necesito urgentemente un masaje de esos que dices dar, ando vacío de amor y necesito descargar mi libido
¿cómo dice usted?
-oh, venga, dale, dale
aah no señor, usted se equivocó de número, esto no es una línea erótica, es la companía de gas, está hablando con la secretaria del director Don Lope Marcelino Brimbero Rubeolitis.
-disculpe señorita, me disculpa mil veces, por favor, retiro lo dicho, perdóneme usted la descortesía y la vulgaridad, me he debido de equivocar de número
no pasa nada,señor
-que le vaya bien, y discúlpeme de nuevo
adiós
[La secretaria, cuelga, y tras diez segundos descuelga de nuevo]
al teléfono Pepita Miraflores, ¿dígame?
-hola gatita, necesito urgentemente un masaje de esos que dice dar usted,ando vacío de amor y necesito cargar mi libido
¿otra vez usted? ya le dije que esto era la compañía del gas del señor Don Lope
-¡ay! perdone, perdone de nuevo, ¡qué mal anda la línea telefónica! he vuelto a confundirme, ¡lo siento!
señor, será que usted se equivocó de número, ¿no cree?
-a ver, ¿este es el 012997834?
no, señor, este es el 012997839
-¿puede repetir más despacio si no le importa?
0…1…2…9…9…7…8…3…9
-no pues, imposible, yo marqué el 4 al final
debió equivocarse, sino, no habría llamado nuevamente aquí
-señora, le digo que marqué bien
ande y vuelva a intentarlo
-¿está usted ocupada?
estoy trabajando
-¿no puedo robarle ni un segundo más?
¿no me estará haciendo usted proposiciones indecente?
-no no, sólo preguntaba
pues el caso es que estoy trabajando
-el trabajo es cruel hoy en día con tantos impuestos
ya ve usted, y si encima tiene que mantener familia peor pues
-¿tiene usted familia?
no, pero lo decía en el supuesto de que así fuese, nos quejaríamos más, de seguro
-pero sabe usted que no pasa nada por quejarse, sale gratis
eso dicen
-oiga
dígame
-que me gusta su voz
ah
-oiga
dígame
-que me gusta su voz
ya lo escuché una vez, señor, ¿por qué repite, acaso espera que le diga lo mismo?
-no pues, solo que me gusta su voz, es dulce como el jarabe para la tos y suave como una esponja para los pies.
pero no hace falta que lo vuelva a repetir, ya lo oí.
-sí, pero si lo repito es para que usted hable más, y así la escucho más para que se me ocurran más ideas de retratar su voz, ahora se me viene a las mientes que se parece a la de Greta Garbo.
¿cómo es que me dice semejantes disparates?
-oiga, que solo le digo que me gusta su voz.
¿me está usted adulando?
-para nada
ya, ¿pero qué maneras son esas de hablarle a una desconocida?
-pues porque da gusto hablar con alguien como usted
gracias , pero debo colgarle que tengo que esperar una llamada
-¿qué llamada?
del polo norte
-ah
¿qué ah?
-nada, nada.
bueno
-¿qué es bueno?
nada, nada
-¿está usted bien?
desde luego
-¿entonces nos vemos a la hora de almorzar?
¿como dice?
-que me gustas
usted se volvió majara
-paso a recojerla
adiós, que le vaya bien
-si quiere queda…[la secretaria le corta, colgando]
el amor no existe,
el amor prevalece
ante las locuras
de quienes lo padecen.
[Después de diez segundos]
ring, ring, ring
-ande y por favor, escúcheme solo dos segundos
está bien, hable pues
-que me gusta su voz y creo que me he enamorado de usted
¿está usted bien de la cabeza?
-sí, perfectamente, andaba buscando una compañía sexual y por azares del destino me encontré con usted, creo que estamos predestinados a amarnos para toda la vida
no conoce nada usted de mí
-qué me importa, su voz es magnífica
démosnos un tiempo, llámeme mañana a la misma hora
-ok
cuídese señor
-adiós, Pepita de mi corazón.
[La secretaria cuelga]
el amor no existe,
el amor prevalece
ante las locuras
de quienes lo padecen.
-Pepita
digame señor Lope
-me parece que el mundo hoy se volvió loco
habla cierto
-oye
dígame señor
-que he de mandar una carta al presidente de la Federación
Internacional del Gas.
¿para qué?
-nada más que les diré que me despido de acá
¿cómo dice eso?
-hoy me he enamorado una vez y me he desenamorado dos veces, entonces seguro que me tocará enamorarme una vez más para que compense los dos desenamoramientos, además, dicen que a la tercera va la vencida, y tengo miedo, tengo miedo, Pepita
ya pues, es así de extraña la vida
-Pepita
dígame
-¿me acompaña usted a fumar?
está bien
-Pepita
dígame
-yo en realidad la quiero a usted
señor
-dígame
yo no fumo
-ah
ah.
el amor no existe,
el amor prevalece
ante las locuras
de quienes lo padecen.
4 comentarios:
mmm... lei una parte de la conversacion es que hasta algo largo jiji.
Pero si es romanticon.
Lei la parte en la que el, le dice que se desnude y luego le dice que solo quiere bailar jeje.
Besitos!!
Ha tambien lei la parte donde la mujer no queria aceptar que lo queria, o tal vez estaba confundida jajaja me rei mucho.
Cada que lo recuerdo -a él- caigo inevitablemente en tu blog y lo leo, lo leo y lo releo hasta el cansancio. Has sido mi salvación.
de veras estela? es un agrado escuchar eso..yo cada vez que lo recuerdo a él ya ni leo, tampoco intenté ni lo intento ya...
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